Modello terapeutico per la cura della balbuzie

ASPECTOS SOCIALES Y RELACIONALES DEL TARTAMUDEO

Los síntomas de la tartamudez varían dependiendo del contexto en el que interactúa el tartamudo y las personas con las que interactúa.

La tartamudez en los adolescentes

La transición de la infancia a la adolescencia es algo revolucionario, una preparación para la fase adulta

SÍNTOMAS MANIFESTOS DE LA TARTAMUDEZ

Los síntomas de la tartamudez varían según el contexto en el que interactúa la persona y las personas con las que interactúa. Por ejemplo, un niño que tartamudea teme mucho ser examinado en la escuela o que le pidan que repita un tema que ya ha tratado. Está constantemente nervioso, temeroso de que se le pida que se exprese delante de sus compañeros.

En cambio, las relaciones con amigos, que no le imponen mucha presión en cuanto a valores personales y preferiblemente no lo juzgan, son más fáciles. A veces, si los síntomas son graves, incluso se le puede eximir de leer en voz alta, lo que repercute en su autoestima y la consiguiente estigmatización de toda su condición.

En los adolescentes que tartamudean, las dificultades del lenguaje pueden tener graves repercusiones en el desarrollo normal de su carácter, algo que ya de por sí es difícil a esa edad. Pueden surgir momentos de aislamiento debido a la incapacidad de expresarse adecuadamente con sus compañeros, manifestando también signos de fuerte autodesprecio y, a veces, incluso autocompasión, con marcadas connotaciones depresivas.

ASPECTOS SOCIALES Y RELACIONALES DEL TARTAMUDEO

Todos estos aspectos deberían hacernos reflexionar sobre la importancia de un problema que se manifiesta en el lenguaje como síntoma final, pero que también afecta a una esfera mucho más amplia: la de la personalidad y, sobre todo, la forma en que uno se percibe a sí mismo en relación con los demás.

Sin procesos de cambio efectivos, el niño o adolescente tartamudo corre un alto riesgo de convertirse en un adulto tartamudo, con un grave deterioro de su estructura relacional en varios niveles de su personalidad.

Por ello, resulta sumamente reductivo considerar la tartamudez como un simple problema de lenguaje. Esta perspectiva limita considerablemente el debate, descuidando la importancia psicológica y relacional que el lenguaje representa para los seres humanos en sus interacciones cotidianas.

Muchos se aferran a la creencia de que la tartamudez es simplemente una alteración de la fluidez verbal, como suele ocurrir en una cultura centrada en la simple reeducación verbal para la tartamudez. Una cultura reeducativa que ya está arraigada en el imaginario colectivo.

La presencia de una gran población de adolescentes y adultos tartamudos dice mucho sobre lo que no se pudo hacer, o lo que se desconocía, durante la infancia. Huelga decir que las familias con hijos tartamudos han hecho muchos sacrificios, precisamente por no haber podido encontrar soluciones adecuadas a tiempo para intentar revertir la condición.

TARTAMUDEZ: CURSOS REEDUCATIVOS PARA TRATAR LA TARTAMUDEZ 

En el ámbito de la intervención de la tartamudez, existe una gran presencia de extartamudos, autotratados o tratados con modelos reeducativos, que intentan proponer métodos de tratamiento basados ??en enfoques fonéticos, fruto de una concepción reeducativa y sintomática del problema.
Sin embargo, en el fondo, quienes tartamudean saben que la situación interna no es tan simple como pretenden, y parece más fácil aceptar una propuesta reeducativa. Por ello, la mayoría de los tartamudos recurren a centros que ofrecen métodos de reeducación del lenguaje.

El tartamudo es consciente de sus miedos internos, sus posturas cognitivamente rígidas y la irracionalidad de algunas de sus ideas, que comprometen la posibilidad real de tener relaciones interpersonales adecuadas.

La comunicación humana no debería ser una experiencia dolorosa, como lo es para un tartamudo, que a veces no puede hacer una simple llamada telefónica o experimenta un gran dolor incluso al pedir una bebida en un bar. En la comunicación interpersonal, lo que es simple y a veces placentero para un hablante normal se convierte en puro sufrimiento para un tartamudo.

Esta situación dificulta la capacidad del tartamudo de invertir adecuadamente sus recursos culturales y humanos en el ámbito social, y es por esto que la tartamudez puede convertirse en una limitación para la realización personal, incluso en detrimento del enriquecimiento de todo el contexto grupal.

ASPECTOS SOCIALES Y RELACIONALES DEL TARTAMUDEO: EMANCIPACIÓN DEL PROBLEMA

Si bien es cierto que la emancipación y la participación en las relaciones generan riqueza, limitar drásticamente estas oportunidades conduce sin duda al empobrecimiento, obviamente en detrimento de toda la comunidad.

En este punto, es legítimo creer que la tartamudez ya no es un trastorno puramente subjetivo, confinado al ámbito personal. La actitud del individuo, con sus miedos e incertidumbres al comunicarse, crea un bloqueo de esa energía psicológica y relacional, lo que conlleva un cierto empobrecimiento en el proceso de crecimiento colectivo.

Por eso es importante limitar la incidencia de este problema desde la infancia, procurando brindar al niño que tartamudea las mejores oportunidades. Evitar el umbral de la adolescencia, un umbral significativo, para que no se convierta en un factor grave de dificultades relacionales y, por lo tanto, esforzarse por romper con este patrón de comunicación lo antes posible.

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